En materia de precios de las gasolinas, una cosa son los aumentos, otra la volatilidad y una distinta la dispersión o diferenciación de las cotizaciones de esos combustibles. Respecto a la volatilidad, las autoridades ya pusieron en ejecución un mecanismo para garantizar la estabilidad del mercado mediante un sistema de estímulos semanales al Impuesto Especial sobre Producción y Servicios. Una experiencia nueva para los mexicanos es la diversidad en los precios de las gasolinas y el diésel. Algunos diarios han hablado de la guerra de precios que se ha desatado para esos combustibles como algo negativo o indeseable, pero, en lo personal, difiero tajantemente de esa opinión. En un mercado libre se observa diversidad de precios y el público tiene que aprender a vivir con esa realidad, pero hay algo todavía más importante: aprovechar en su favor la libertad de precios. Esto implica comprar en donde el producto es más barato, toda vez que no hay diferencias en calidades. Es decir, se trata, como señalan los economistas, de un producto homogéneo: las gasolinas Magna y Premium son iguales en todos los expendios.
Fuente: El Economista Pág. 054. Artículo de Redacción