Con una tasa anual de 6.16 por ciento registrada en mayo pasado, México ocupó el tercer lugar con el nivel más alto de inflación de los países miembros del G20, solo detrás de Turquía y Argentina, que presentaron aumentos de 11.72 y 24 por ciento frente a mayo de 2016, respectivamente. En el caso específico de México, los aumentos durante el primer semestre del año se debieron al incremento de la gasolina, el cual sigue repercutiendo en los precios de todos los bienes que lo utilizan como insumo, y a la depreciación sostenida después de las elecciones estadunidenses, en la cual el dólar llego a tocar los 21.93 pesos, que si bien ha regresado a niveles de noviembre de 2016, el efecto empezó a observarse en los primeros meses de 2017 en los precios de los bienes de consumo final, coincidieron analistas.
Fuente: Milenio Diario Pág. 029. Nota de Raúl Flores