El rescate de la soberanía de Pemex como lema a la hora de pretender traducirlo en un plan de negocios podría terminar en una crisis institucional en la que se pierde a una de las 10 petroleras más grandes del mundo y se tapa el hoyo financiero que implica intentar darle buenos resultados al gobierno. La deuda de Pemex con sus contratistas es cercana a los 90 mmdp y están concentrados en Pemex Exploración y Producción y en Pemex Transformación Industrial, pero también se tienen pagos pendientes derivados de la refinería de Dos Bocas en Tabasco, en donde ya empezaron los problemas relacionados con esta práctica de no pagar los trabajos realizados. De acuerdo con las versiones de los empresarios, hay al menos unos mil mdp que están atorados en facturas pendientes en la construcción del terraplén para la refinería. Ese dinero se supone lo debe pagar Pemex y la autorización o vocación del recurso provendría de la Secretaría de Energía, el caso es que ese dinero no está disponible y hay mucho nerviosismo sobre el tema.
El Sol de México Pág. 020. Columna Luis Carriles