A
decir del columnista, la intención de acabar con el robo de combustibles puede
ser genuina, pero después de toda la estrategia del gobierno para evitarlo…
algo vino a echarlo a perder. Cambiaron el uso de ductos por pipas y en teoría
el personal actual en Pemex es distinto, más honesto, lo que permite al equipo
del presidente López Obrador publicar cifras de recuperación de material que
antes quedaba en poder del crimen… ¿pero de qué sirvió todo eso si Pemex no
puede regresar al volumen de ventas que tuvo durante el sexenio pasado?. En
México no hay datos confiables para el mercado total, el Sistema de Información
Energética de la Secretaría de Energía se basa solo en los datos de Pemex y no
es posible saber exactamente cuántos barriles venden las empresas privadas en
el país. Las importaciones de compañías ajenas a Pemex superan los 100 mil
barriles diarios. En ese número no está contabilizado el contrabando de
gasolina y diésel, que de acuerdo con comercializadores fronterizos, es
creciente, particularmente en la frontera con Texas.
El
Financiero Pág. 023. Columna Jonathan Ruiz
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