La gran depresión (El NAIM ahora es conflicto interno)

Uno de los temas que resultó más rentable a Andrés Manuel López Obrador para hacer campaña y ganarse el voto de mucha gente fue su oposición a la construcción del Nuevo Aeropuerto Internacional de México. Pero regresar con el discurso de cancelar el NAIM para construir pistas en la base de Santa Lucía en plena etapa de transición es algo sin sentido. Si hasta el propio candidato ya abandonó algunas de sus más atractivas e insensatas propuestas, como aquella de congelar los precios de las gasolinas. Ahora resulta que aquel que podría ser el secretario de Comunicaciones y Transportes, Javier Jiménez Esprit, no sólo insiste en la idea absurda de cancelar el proyecto ya tan avanzado del NAIM, sino que le pone un giro del más extremo de los populismos: quiere someter una obra de infraestructura estratégica, que tiene carácter de seguridad nacional, a una consulta popular. Hoy el NAIM ya es un conflicto interno del próximo gobierno, quizá por la extraña mezcla que ha integrado el candidato ganador. Ojalá prive la sensatez.

El Economista Pág. 008. Columna Enrique Campos

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