El apoyo fiscal del que gozan los transportistas para poder deducir el IEPS aplicado al diésel resulta insuficiente para evitar el traslado del incremento de precio de este combustible a los fletes de productos, lo que, sin duda, impactará directamente a los consumidores afirmó Leonardo Gómez, director de la Asociación Nacional de Transporte Privado (ANTP). Es posible que el incremento en los precios de las gasolina Magna, Premium y Diésel —de 4.2, 20.1 y 16.5% respectivamente— genere un aumento de entre 5 y 770 en los costos al consumidor final, pero eso dependerá de la eficiencia y negociación de cada empresa con sus transportistas aseguró.
Fuente: El Economista Pág. 004-005. Nota de Lila González