La CNS reveló que el fenómeno del huachicol, es decir, la venta de combustible robado, no es privativo de la región conocida como el Triángulo Rojo, sino que desde el 2012 se extendió a prácticamente a todo el país. Autoridades del gabinete de seguridad nacional, así como de Pemex, han identificado que la sustracción de combustible de ductos de Pemex, por parte de huachicoleros, se presenta en los municipios poblanos de Palmar, Quecholac, Tepeaca, Acajete, Acatzingo y Tecamachalco, así como en zonas de Veracruz, Tlaxcala, el Estado de México, San Luis Potosí, Tamaulipas y la Ciudad de México, por donde atraviesan las tomas.
Fuente: El Economista Pág. 041. Nota de Jorge Monroy