El cierre de seis días de duración del sistema de 8,900 kilómetros de Colonial Pipeline fue el ciberataque más disruptivo en los registros, al impedir que millones de barriles de gasolina, diésel y combustible de aviación llegaran a los tanques de combustible en todo el este de EU. «Pasará algún tiempo hasta que la cadena de suministro se normalice por completo», dijo el portavoz de la compañía, Eric Abercrombie.
El Economista Pág. 026. Nota Redacción