La iniciativa para reformar la Ley de Hidrocarburos representa un riesgo de expropiación a las empresas que cuentan con terminales de almacenamiento para combustibles, ductos y terminales ferroviarias relacionadas con este ramo, coinciden analistas del sector energético. Santiago Arroyo, director general de la Consultora Ursus Energy, dice que los artículos 57 y 59 BIS de la reforma, «de manera muy general establece una expropiación directa que va sobre terminales de almacenamiento, terminales ferroviarias y ductos, es decir, todas las ramas del sector petrolíferos abarcando desde terminales de servicio hasta el almacenamiento».
El Sol de México Pág. 016. Nota Mario Alavez