El país no tendría en estos momentos los fondos líquidos necesarios para hacer frente a una crisis económica global y prolongada. Solo tendría dos herramientas para echar mano: el Impuesto Especial Sobre Producción y Servicios (IEPS) y los remanentes de operación del Banco de México. Para hacer uso del IEPS tendría que reducir o desaparecer el subsidio a las gasolinas e incrementar el impuesto a productos como las golosinas, las bebidas azucaradas y las alcohólicas.
24 Horas Pág. 004. Columna Adrián Trejo