Entre huracanes y terremotos, todo el Caribe, Centroamérica, México y EU, hemos sufrido golpes terribles en lo humano, social y económico en el último mes y medio. Las lluvias afectaron las zonas costeras mexicanas tanto en el Golfo como sobre el Pacífico, inundando ciudades, destruyendo instalaciones portuarias y acabando con importantes cosechas de productos agropecuarios, además de las afectaciones a las instalaciones de Pemex, tanto en el Golfo, como en tierra como la refinería en Salina Cruz, Oaxaca. La tareas de reconstrucción la tenemos enfrente todos los países. La clave no sólo será si existen los recursos suficientes para garantizar una recuperación rápida y suficiente, sino que no se empañarán los esfuerzos por la burocracia ineficiente, las enjundias políticas y la corrupción.
Fuente: Excélsior Pág. 02. Columna de Ricardo Pascoe Pierce