Al reafirmar el control del Estado sobre los recursos naturales de México, el Presidente Andrés Manuel López Obrador está desacelerando una vez más la recuperación económica del país y su potencial de crecimiento a largo plazo. Pero además, el daño se extenderá más allá de las fronteras de México y afectará la capacidad del continente norteamericano para eficientar y fortalecer sus cadenas de suministro, abordar los efectos del cambio climático y regular la migración. Estaciones de Exxon y BP ahora ocupan esquinas comerciales de toda las ciudades, lo que ha erosionado el monopolio sobre las bombas de gasolina de la petrolera estatal, Pemex.
Fuente: Reforma Pág. 03.
Nota: Bloomberg.