Luis Vielma Lobo comenta: Brasil destacó en Latinoamérica, en la década de los años 80 y 90, con el descubrimiento, análisis y desarrollo del etanol a partir del uso de la caña de azúcar. Este ha sido el primer biocombustible con gran poder energético, el cual se convirtió inicialmente en un complemento a la gasolina y posteriormente en un combustible en sí mismo, con gran uso en dicho país y por muchas empresas a nivel mundial, como componente de mezcla para rendir la gasolina. De allí el interés, principalmente de empresas europeas y asiáticas, por desarrollar paneles para energía solar, aerogeneradores para energía eólica y baterías para su almacenamiento. Asimismo, en el desarrollo de biocombustibles a partir de la caña de azúcar y el maíz, para competir con la gasolina en el mercado de los combustibles. No es extraño que sean estos países los que decidieron ofrecer y competir en el mercado de generación, almacenamiento y distribución de energías alternas a nivel global, y como estrategia de posicionamiento eligieron los países con grandes poblaciones rurales y con gran crecimiento poblacional, como India, Brasil y México, entre otros.
Global Energy Pág. 006. Artículo Luis Vielma Lobo
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