México enfrenta desde hace décadas una paradoja: es uno de los principales productores de petróleo del mundo; sin embargo, no cuenta con la infraestructura y capacidad para cubrir el suministro y consumo nacional de hidrocarburos líquidos. En un país petrolero, la soberanía energética debe ser una obligación. Empero, esa expectativa está lejos de la realidad en México, básicamente porque Pemex no cuenta con una infraestructura suficiente para garantizar el suministro energético en todas sus presentaciones. El país está lejos de tener un abasto garantizado, en gran medida, por la ausencia de una red de suministro integral y una estrategia de logística adecuada en toda la cadena de valor.
Fuente: Energy & Commerce Pág. 038-041.
Nota: Efraín Mariano